mi tierra

A LA VIRGEN DEL CERRO

Cuantos pasitos y esfuerzos
Y cuanta es la valentía
De los costaleros estos

Es tanta la fe que tienen
Que siembre dicen igual,
Este es él último año
No te vuelvo a pasear.

Cuando huele a romero
Y trasmina el azahar,
Se meten de bajo el palio
Y la vuelven a sacar.

Orgullosa va la madre
Por las calles de su cerro,
Entre piropos y clamores
Camina detrás del cristo
La Virgen de los Dolores.

A lo lejos una saeta
Entre aplausos y olés,
Baja desde un balcón
Sin fin a las procesiones.

Una mujer de mantilla
De negro luto ataviada,
Canta por martinetes,
El pueblo escucha y aclama.

¡Viva la Virgen y el Cristo ¡
-dice otra emocionada-

Yo que no soy creyente
Y me considero ateo,
Respeto lo popular,
Lo soberano del pueblo.

Y la espero a su llegada
Cuando viene de regreso,
Observando con atención,
Cómo la quiere su barrio,
Cómo la venera el pueblo.
Un rió de penitentes
De hermanos y Nazarenos,
La vienen acompañando
Desde la catedral a su templo.

Una voz emocionada,
Avisa a los costaleros,
Pasito a paso valiente
Que ya se divisa el Cerro.

Allá os estarán esperando
Vuestras madres, vuestras novias
Vuestros hijos, vuestros nietos.

El Cristo sigue avanzando,
Abriendo paso a su madre
Que lo viene acompañando.

En un manto de claveles,
Rojo como los labios,
De la mujer de mantilla
Que a su paso le está cantando.

Saeta por carcelera
Y dice así la letrilla:

-¡Hay Virgen de los Dolores,
Te pido por caridad,
Que pongas a mí madre buena,
Y a mi padre en libertad!-.

LAS CLARITAS DEL DÍA

A las claritas del día
Se van los aceituneros,
A ganarse la partida.

Bajan por San Patricio
Camino del caracol,
Hastíos vuelven del trabajo,
A la caída del sol.

Sajones arpechinados,
Quincanas en bandoleras
Un anciano aceitunero,
Se apoya en la apura´era.

Algarabía en las mozas
Que a coro vuelven cantando,
Coplillas al manigero,
Que en su quehacer van sacando.